Poema

Tener la sensación de estar parado

en el piso donde el fondo se ha tocado,

el camino hacia el ascenso es lo prometido

y en la búsqueda han dudado.

 

Con cada duda, una prueba,

obstaculizada por tiempo y rebeldía,

de forma oscura similar a una piedra,

 negativizarse dará una oscura epifanía.

 

Intentando evadir con sanidad,

las piedras se licúan en nuestro contenedor

relativizando espacio y cantidad,

el entorno pierde su resplandor.

 

Flotar el mar anaranjado es contra las reglas.

Esperando la fiel desintegración.

Si tan solo un piso inferior existiera,

¿Podría éste ser peor?

 

Sometidos en un marco no muy adecuado,

sabemos quien es el terrateniente.

Señor feudal no muy respetado,

pero transmite inspiración en su gente.

 

Mientras el que está del otro lado

espera sentado muy paciente,

expectante de errores en lo creado

y manteniendo el equilibrio correspondiente.

 

Equilibrio que algunos no digieren,

ni soportan el feudo como tal.

Apresurados por ser juzgados es lo que quieren,

sin caminar tanto para llegar.

 

Si la tierra es tu estación final

Tributado y elevado sin elevador

Solo para que el descanso tenga un mural

¿Cómo podría esto ser peor?