Atlanta, No pudo

El Bohemio no logró doblegar a Fénix y terminó empatando 1-1. Pedrozo abrió la cuenta, Milla igualó las cosas y Guillermo Sánchez falló un penal en el complemento.

Atlanta tuvo una tarde bastante extraña este sábado ante Fénix. El equipo de Villa Crespo tuvo momentos muy buenos y otros muy malos, se pudo haber llevado la victoria como podría haberse quedado sin nada y terminó con un punto que sabe a poco pero que es justo. 

En el comienzo fue todo del Bohemio, que buscaba penetrar la defensa del Águila con pases puzantes y debordes. Previtali fue un baluarte, con cortes con autoridad y habilitaciones interesantes. El Turco cada vez gana más confianza y se convierte poco a poco en un emblema del equipo. Fue él el encargado de habilitar a Pedrozo sobre los 30 para que el 9 con categoría defina al gol. 

El 1-0 era merecido, Atlanta había buscado y tuvo su premio, pero se quedó. Tal vez fue cansancio, tal vez exceso de confianza, pero el local dejó de atacar, dejó de buscar, perdió la pelota, el mediocampo y se dedicó a salvar los intentos de Fénix. Con poco, la visita se las arregló para generarle peligro al debutante Viaín, y en la última del primer tiempo, la defensa no pudo llegar a tiempo, bajaron a Romero y Milla cambió el penal por gol. 

Parecía que Atlanta sufría bipolaridad, y la incógnita era cuál iba a salir al complemento. Sobre el comienzo de la segunda etapa, Fénix salió mejor, encontró espacios y puso a trabajar a un Viaín que se lució en más de una oportunidad. 

Pero con el correr de los minutos el Bohemio se acomodó, atacó con más ímpetu, y así llegó a tener una chance inmejorable: Pedrozo volvió a quedar mano a mano y fue bajado en el área por el arquero. Del penal se hizo cargo Guillermo Sánchez, pero el 1 visitante le adivinó las intenciones y le atajó el disparo. 

Luego el propio Sánchez tuvo revancha tras un centro, pero otra vez el golero visitante le ahogó el grito. Los últimos 20 fueron bastante anodinos. Atlanta buscó, pero no encontró caminos, Fénix nunca se atrevió a mucho más y todo terminó en un empate. 

El punto parece poco, pero el mayor triunfo de Atlanta esta tarde fue el partido de Viaín. Más allá de algunas tapadas puntuales, en las que demostró que le sobran cualidades, sacó a relucir un criterio, una confianza y una personalidad poco comunes en un joven de apenas 19 años. Gran acierto de Bersce el darle el puesto de arquero suplente cuando al inicio de la temporada era el cuarto y no entrenaba con el plantel de primera.

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