Cuando las sombras me atrapan, no sé fingir...

Pero mi sonrisa no muestra el fondo de mi alma, no muestra aquella oscuridad que llevo dentro… Soy una ráfaga de viento frío y denso que se escapa por la noche. 

No soy nada más que cicatrices del pasado y lágrimas perdidas. Y, a veces me canso de fingir; finalmente cuando voy a tirar la toalla, algo me detiene y entiendo que no es el final, es a penas el comienzo de todo.